Hoy inicio el primer experimento en este blog. Bogotá sin filtros. Bogotá a través del espejo. Bogotá tal y como yo la veo. Bogotá agridulce, con sus altibajos, su lado amargo y su lado dulce. Se acerca mi partida y mi relación amor-odio-necesidad con Bogotá empieza a crecer o más bien a decrecer. Hace algunos días un amigo me dijo que yo me pasaba mucho tiempo en el centro de la ciudad y en sus museos pero que no tenía nada de eso publicado en patoneando. Entonces fui ahí cuando me di cuenta que no hay necesidad de llegar a dedo al Círculo Polar Ártico, ni viajar sola a países musulmanes ni vivir en una isla en medio del Mediterráneo para relatar las experiencias vividas.
En realidad, yo puedo viajar dentro de ciudad en la que he vivido tantos años pero que nunca he sentido mía. Lo estoy haciendo desde el momento en que regresé de Europa. Me di cuenta que no conocía mucho de esta ciudad, ni de mi propio país. Fue en un abrir y cerrar de ojos que decidí empezar a viajar por Colombia antes de bajar por Sudamérica. Pero no fue mi decisión quedarme tanto tiempo en Bogotá, sino más bien cosas del destino.
Sucede que no todos los días te ganas un concurso de un taller de escritura en una de las mejores instituciones del país y que éste, se termina a mediados de año. Sucede también, que los fines de semana te la pasas recorriendo los museos de Bogotá y todos esos rincones que ni sabías que existían, porque ya no quieres gastarte el dinero tomando cócteles ni estar de fiesta en fiesta como solías hacer antes de empezar a viajar. Pasa, que siempre queremos conocer el jardín de afuera cuando ni siquiera conocemos el propio.
Es por eso, que hoy inauguro una categoría dedicada completamente a la capital colombiana. A esa ciudad a la que siempre vuelvo y me amarra, así yo no quiera hacerlo. Porque por más que uno se queje y practique el deporte de la ciudad: La criticadera, siempre he encontrado qué hacer en esta selva de cemento. Acá hay de todo y para todos los gustos.
Mi proyecto es ver Bogotá a través del cristal, con su lado bueno y su lado negativo, una Bogotá sin filtros. Con sus museos, sus bibliotecas, su basura, sus mercados, su transporte público endemoniado, sus interminables trancones, su ciclovía, su gente amable, su inseguridad, sus días grises y sus días soleados, sus casas coloniales y sus edificios modernos.
Bogotá es una ciudad que tiene una perspectiva distinta, todo depende de quién la lea.
Me queda poco tiempo en la ciudad antes de empezar mi viaje por Colombia, así que cubriré todos los lugares posibles y aprenderé disfrutar de la ciudad recorriéndola sin un rumbo fijo.
Si tienes una propuesta, un lugar especial o te gusta el proyecto, házmelo saber en los comentarios
12 Comments
Apreciada Lina, cada dia llegando a los corazones de miles de personas a traves de tu trabajo, agradezco tu invitacion, creo que seria interesante escuchar tu historia cuando subas a Monserrate, o quiza cuando tomes el tren de la sabana, o mejor cuando te adentres en la catedral de sal de Zipaquira, o el desierto de Mosquera, o cuando visites el tipico restaurante Andres, o quiza vayas a cabalgar a las montañas de La Calera, o vayas al lago del parque Simon Bolivar… La encatadora Bogota con sus contrastes, siempre y para siempre deja huella en cada corazon… feliz viaje
Hola Esmeralda! Muchísimas gracias por todas éstas sugerencias, me encanta como las describes y sin duda alguna me dejas una tarea muy especial antes de irme, adentrarme en todo lo que acabas de nombrar 🙂 Un caluroso abrazo y gracias!
Mucho exito en este nuevo capitulo mi Lina! Gracias por dejarnos descubrir Colombia a través de tus relatos! Un abrazo
Mi Mary!! Espero que pronto la puedas descubrir también de manera presencial 🙂 Un abrazote
Súper! Comparto eso que dices de la relación amor – odio – necesidad. He tenido un par de crisis existenciales al respecto y escribí más de una entrada sobre la soledad en la fría capital, los robos (https://viejaqueviaja.com/2015/11/08/la-bienvenida-bogotana/) … pero también sobre la vida en el centro, que me animó de nuevo! Te deseo mucho éxito en este nuevo proyecto 🙂
Muchas gracias Paula! Si, definitivamente es una ciudad que al principio es difícil de querer pero poco a poco se va dejando descubrir 🙂
Super este proyecto Lina! Te deseo mucha suerte y éxitos.
En Bogotá, el jardin botánico José Celestino Mutis es hermoso. Presenta diferentes ecosistemas que tenemos que cuidar. Es una ilustración de todas las maravillas que nos ofrece la naturaleza. Desafortunadamente, no pude ir cuando fuí a Bogotá. Y tu, ya fuiste?!
Un abrazo
Clé Clé muchas gracias por comentar! Hace muchísimo tiempo fui al jardín botánico pero sería una muy buena idea regresar. Espero que disfrutes los artículos y que te sigas enamorando de esta ciudad. Espero que puedas volver pronto con más calma para que disfrutes mucho más. Un abrazo
[…] Este post hace parte de mi nuevo experimento para descubrir y reconciliarme con Bogotá. Para verla a través del espejo. Una Bogotá tal y como la veo yo. Una Bogotá sin filtros. […]
[…] Este post hace parte de mi nuevo experimento para descubrir y reconciliarme con Bogotá. Para verla a través del espejo. Una Bogotá tal como la veo yo. Una Bogotá sin filtros. […]
Excelente Blog, Una forma muy peculiar de conocer Colombia a través de la palabras tan profundas que escribes, aunque no sea lo mismo vivirlo, es un gran comienzo para cambiar este pensamiento negativo y arriesgarnos a salir a conocer este maravilloso País.
Lo reitero, ¡Excelente Blog!
Exitos.
De acuerdo. Deberíamos arriesgarnos más y salir a conocer lo nuestro. Muchas gracias por tu mensaje Sebastián! Saludos