El día que supe que iba a trabajar en una isla creo que estaba más emocionada por el trayecto que haría en el barco que por la misma llegada al lugar. Nunca había pasado más de dos horas en uno y mucho menos dormir en el, la verdad me emocionaba. Un barco es un mundo distinto, con sus propias leyes, eso es lo que me gusta, lo que me llama la atención, que viaja con sus propios tiempos. La noche anterior tomé la decisión de llegar a la isla de Córcega desde el sur de Francia, en un camarote cuyo tamaño era aproximadamente el de mi propio cuerpo.
En cuánto a la isla, lo poco que había escuchado de ella era por que al estar viviendo en Francia de una u otra manera escuchas el nombre, pero muy fugaz. Sin embargo ahí estaba yo, en un territorio de no más de 200 kilómetros de largo por 80 de ancho. Un espacio aparentemente pequeño para todo lo que guarda, todo lo que tiene para mostrar, una belleza irremediable.
¿DÓNDE ESTÁ LA ISLA DE CÓRCEGA?
Cada vez que le digo a mis conocidos donde me encuentro, la reacción es la misma -Ahhh.. ¿Y dónde queda eso?- Tal vez nuestras clases de geografía no fueron lo necesariamente extensas para enseñarnos cada isla del Mar Mediterráneo o para hacernos pensar que Francia tiene mucho más que tan solo París. Pero bueno, si tus clases en la escuela fueron parecidas a las mías y si eres de Latinoamérica, seguro que habrás escuchado poco de ella, por eso, si te gusta todo bien masticadito y explicado te muestro con mi amigo Google maps:
Es una simbiosis entre la Toscana, la isla de Cerdeña y el sur de Francia. Aunque también diría que sus paisajes contrastan y te recordarán cualquier rincón del planeta; ya lo he dicho varias veces y no me cansaré de hacerlo: Muchos lugares de esta isla me recuerdan a mi tierra adorada, a mi pedacito de Caribe colombiano que tanto extraño. Es raro encontrar en Europa espacios que me recuerden a casa, pero esta isla me ha impresionado.
Es un lugar que goza de mucha diversidad ya que a lo largo de los siglos ha sido conquistada por varias civilizaciones entre ellas la griega, árabe, y genovesa hasta que ésta última le vendió el territorio a Francia. Un año después de la venta, nació Napoleón Bonaparte en la ciudad de Ajaccio. También ha sido lugar de nacimiento de Pascal Paoli y otro de sus reclamos es la afirmación que Cristóbal Colón nació en la ciudad de Calvi (aunque a ciencia cierta aún no se sabe dónde nació exactamente). Ha sido un territorio de lucha y sufrimiento, es el precio que pagan por gozar de una posición estratégica en el Mediterráneo.
En la ciudad de Calvi hay un monumento y hasta una placa afirmando que Cristóbal Colón nació allí
Se pueden ver las huellas de sus diversos conquistadores; cuando se recorren las zigzagueantes carreteras que bordean el litoral, se pueden observar las torres y ciudadelas que los genoveses construyeron para vigilar sus tierras en el siglo XVI y XVII.
Llegué con la idea de trabajar durante tres meses durante el verano, pero -como cosa rara- terminé alargando mi estadía. Me quedé el tiempo suficiente para conocer su cultura y sentirme identificada con esta región que sueña con la independencia y de ahí su insistencia en cuidar su cultura ancestral. Lo recuerda siempre su bandera corsa adornando las calles, paredes e incluso playas, así como su arraigo a la lengua corsa (la misma que hablan en la región de la Toscana en Italia), que proviene del latín y que aún intentan preservar, en especial las personas de más edad y en algunas escuelas bilingües.
Es una cultura que avanza a su propio ritmo, su desarrollo es en cámara lenta, un proceso ralentizado por su propio sueño utópico de la independencia. Muchos siguen ganándose la vida con sus profesiones heredadas de una generación a otra. Cuchilleros, artesanos, carpinteros, ceramistas. Acá nadie es francés, acá son corsos -claro, sin olvidar que gozan de todos los beneficios que les otorga una de las potencias del mundo- y obedecen poco a las leyes del gobierno republicano, acá muchos hacen -como se diría coloquialmente- lo que se les da la gana. No hay proyectos inmobiliarios millonarios, olvídate de los hoteles cinco estrellas adornando sus playas, olvídate de comer en un Mc Donald’s, aquí se impone su gastronomía y sus costumbres ancestrales.
En los meses que estuve acá nunca tuve ningún inconveniente ni vi nada peligroso, pero como viajera es mi deber analizar también lo negativo de cada lugar, de hecho es inevitable no hacerlo. Así que no está de más explicar que también influye el ser una tierra de supersticiones e incluso de guerra. El FLNC (Frente de liberación nacional corso) deja resonar sus voces nacionalistas cada vez que un «francés» -es decir alguien del continente- o un extranjero desea construir inmuebles millonarios o restaurantes de cadena, haciendo explotar las respectivas edificaciones. De hecho también, en muchas carreteras de la isla, se pueden observar los carteles y nombres de ciudades con el nombre en francés rayado dejando solo el del idioma corso. Nacionalistas a morir.
SU CULTURA…
Es un lugar diferente a todo lo que he conocido hasta ahora de Europa y sobretodo de Francia. Es un mundo pequeño donde hay de todo para hacer. Mi primer miedo antes de venir era el saber que podía aburrirme y sentirme encerrada sin poder salir hacia otro país en cualquier momento. Pero como siempre la vida me da sorpresas (y me encanta) en esta isla hay tanto para hacer que lo que no sobra es tiempo.
la isla de Córcega es una montaña en el mar. Es conocida por tener el sendero de gran recorrido GR 20 que atraviesa la isla del noroeste al sureste. Es uno de los más famosos y con más prestigio de Europa. Para recorrerlo se requiere de varios días y por supuesto experiencia en senderismo y buen estado físico -es decir, yo no hice la ruta-. Cuando afirmo que mucho de sus rincones me recuerdan al Caribe colombiano, no hablo solo de sus playas color azul turquesa, sino también del comportamiento regional de sus habitantes y algunos detalles que por ratos me hacen olvidar de que estoy en Europa. Es normal andar en el auto y frenar para darle paso a cabras, vacas, burros y alguno que otro cerdo comiendo castañas, las mismas que utilizan para fabricar una de las cervezas únicas en el mundo, a base de este mismo fruto seco y la cual no exportan. Para tomar una solo puedes conseguirla en territorio corso.
Los franceses tienen fama de «no ser amables con el turista», acá depende con quién te topes y de tu origen. Por ser de América Latina he gozado de buenos tratos y buenas experiencias, con algunas excepciones, ya que a pesar de ser muy amables -como toda persona de la costa- también gozan de un temperamento fuerte, típico de un isleño. Si vienes de vacaciones o a vivir por algunos meses como yo, podrás remarcar la diferencia con el trato que le dan al extranjero, la mayoría son muy amables y abiertos pero cuando se trata de sus mismos «compatriotas» es decir, los franceses del continente -así les llaman- algunos se quejarán y les hará mala cara. Incluso para muchos, la isla es un territorio sagrado donde solo pueden vivir las personas legítimamente corsas, es decir las que nacieron en la isla o salieron de vientres cuyas madres hayan nacido acá.
SU GASTRONOMÍA…
Autenticidad y tradición es lo que caracteriza a esta isla a la hora de probar alguno de sus tantos platos típicos. Cabe resaltar, que a pesar de gozar de todo lo habitual de una región Mediterránea: ensaladas, aceite de oliva, etcétera. Lo que prima aquí es la charcutería artesanal, los quesos, las castañas y pescados.
El otro día conocí en una feria artesanal a un hombre que produce la charcutería de manera artesanal -la labor la aprendió de su padre y éste de su progenitor- y me explicó que a los cerdos los alimenta él mismo en su propiedad con castañas y bellotas (la fruta del roble). De esta manera la grasa es 100% natural y el sabor diferente ya que tampoco contiene ningún tipo de aditivo ni conservante. Entre los principales productos se encuentra: El prisuttu (jamón), la coppa (lomo) el lonzu (filete seco) y los famosos figatelli (salchichas oscuras en forma de «U» hechas con carne, hígado, yerbas…).
Además de la charcutería, los quesos son el segundo producto típico de la isla. Son de cabra y de oveja, los hay de pasta dura y pasta blanca. Si eres un amante de los quesos -como yo- en este territorio vas a deleitar tu paladar. El Brocciu es el más famoso, es un queso de oveja fabricado entre enero y julio y es el ingrediente de una de las especialidades corsa: Los Beignets o fritelle (en corso) una especie de buñuelos.
La castaña es la base de la cocina corsa. Con la harina, preparan todo tipo de alimentos e incluso mermeladas y postres.
Entre otros productos también se encuentran los mariscos, el pescado,las langostas, calamares…
Y por supuesto la miel, tan variada como la vegetación de la isla. Las hay de todo tipo: Miel de madroño, de maquis, de castaña, entre muchas más.
Y finalmente no puedo dejar por fuera las bebidas. La isla goza de una buena reputación con sus vinos, unos de los más antiguos del mundo y con denominación de origen (AOC), actualmente tiene 9. En términos de cerveza, la Pietra y la Colomba hechas a base de castañas, se han convertido en mis favoritas.
La isla de Córcega no en vano fue llamada por los griegos la isla de lo sublime, es un enclave desconocido por muchos, un lugar fuera del tiempo que merece la pena ser descubierto. Por algo sus habitantes se sienten orgullosos de su isla y no se equivocan, gozan de uno de los lugares más maravillosos de Europa y por qué no, del mundo.
¿Y tú ya habías escuchado antes sobre esta isla?¿Ya la has visitado alguna vez?
También puedes leer mis dos artículos sobre esta isla en otras páginas web:
16 Comments
[…] en el puerto de la Joliette, después de pasar la noche viajando en un barco de regreso de la isla de Córcega. Marseilla es una ciudad maltratada por los medios de comunicación como consecuencia de su […]
[…] estoy segura de que les hacían pedicure. Todo se me hizo extraño. Acababa de salir de una de las islas más bellas del Mediterráneo, pasé meses caminando en short, vestido de baño y sandalias por todas sus playas, escalando, […]
[…] 260.000 habitantes, la isla francesa, a la que los griegos llamaron “la sublime“, ofrece lo mejor del turismo dentro en la naturaleza. En este mundo hay placeres […]
[…] Cumplí mi sueño de vivir en una isla en medio del Mediterráneo […]
Hola, como estas?. Siempre quise conocer CÓRCEGA, es un sueño a cumplir y que por recursos económicos aún no lo he logrado, llegue a saber de esta hermosa isla mediante la historia de Napoleón el cual es un personaje que admiro mucho, y lo que cuentas que la gente de ahí se opone a las grandes inmobiliarias y negocios de comida rápida me parece mas que GENIAL, ya que en cualquier lugar del mundo el empresario lo único que quiere es lucrar sin importarle nada y a diferencia de otros países es que Córcega siendo una isla no se dejan dominar ni embaucar ya que eso ensuciaría la isla y dejaría de lado a la gente nació ahí. Gracias por compartir tus experiencias, Me gusto mucho tu blog. Saludos cordiales Carolina de Perú.
Hola Carolina, gracias por tu mensaje. Es una isla maravillosa, espero que pronto puedas ir. Un abrazo!
Hola Carolina, gracias por tu mensaje. Es una isla maravillosa, espero que pronto puedas ir. Un abrazo!
[…] este artículo cuento más sobre este hermoso […]
Hermoso relato! Consulta: Trabajaste durante tu estadia? Sabrias decirme que tal son las posibilidades de trabajo para extranjeros alla?
Hola! Sí, trabajé porque tenía un permiso de trabajo. Las posibilidades en verano pueden ser buenas pero si manejas perfectamente el francés y como plus el inglés.
Hola, buen día. Es la segunda vez que leo sobre esta isla y me interesa mucho. Tengo un permiso de trabajo que empieza en Abril y mi primer opción es ir a esta isla. ¿Sabes en qué mes empieza a haber trabajo y si es fácil encontrar?
Hola! Qué lindo que vayas a este paraíso. La temporada de verano empieza a partir de mediados o finales de Junio hasta finales de Septiembre. Si hablas francés y manejas un poco el inglés, puedes tener buenas oportunidades en restaurantes, bares, hoteles y empresas en el sector del turismo en general. Si no manejas el francés, puedes buscar trabajo como niñera por ejemplo. Saludos y buen viaje!
¡Muchas gracias! No sabía que ahí también hay oportunidades de niñera.
[…] La isla de Córcega […]
interesantes aventuras, me encanta Córcega mi bisabuelo Nació ahí de apellido Olivieri Guglielmi y migro a Venezuela casándose con una Colombiana de apellido Palacios y el fruto? 15 hijos jajaja. conseguí este blog tratando de buscar en mi Àrbol geneológico y me resulto muy atractivo. felicidades!!
¡Qué lindo esto! Gracias a ti 🙂