Cazando las auroras boreales - Patoneando
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Cazando las auroras boreales

Para entender bien la importancia de este artículo y de todo lo sufrido para llegar a cumplir este sueño, te recomiendo leer la primera parte: Un viaje a dedo al Círculo Polar Ártico 

Hoy escribo desde un lugar muy al norte del mundo, en la región de Laponia, donde aparentemente nada especial ocurre. Donde en época de invierno la temperatura llega hasta los menos 40 grados centígrados -¡Sí, -40!- y durante dos meses no ven la luz del sol. En noviembre aún se puede ver uno que otro rayo de luz, pero mejor no hacerse ilusiones,  ¿Puedes imaginarte viviendo en un lugar donde el sol salga a las 9 de la mañana y se oculte a las 2 de la tarde? Es increíble la capacidad que tiene el ser humano para adaptarse a las condiciones climáticas -y geográficas- del lugar donde nació. Por alguna obvia razón -nací en la costa..ejeem- se me ha hecho difícil adaptarme al frío y a la oscuridad, aún miro hacia atrás y me pregunto cómo pude soportar hacer dedo en estas condiciones climáticas y con el caer de la noche amenazándome a mis espaldas.

CAZANDO LAS AURORAS BOREALES

Si me hiciste caso y leíste mi artículo anterior (que no creo, y por eso lo resumo), después de pasar más de 40 horas en buses, 30 horas en aeropuertos y haber hecho más de 700 kilómetros a dedo en temperaturas típicas del ártico, fui a parar en un pueblito llamado Kaamanen, todo para cumplir mi sueño de ver las auroras boreales.

El problema de ver una aurora boreal, es que es pura suerte, hay que confiar en el azar y dejar que la naturaleza haga lo que quiera hacer. En los días que llevo acá, he conocido personas que llevan más de un mes intentando ver una y no han tenido suerte. Hace poco hablé con un italiano y el pobre lleva recorriendo durante varias semanas el norte de Noruega, Suecia, Rusia y finalmente Finlandia y nada que las puede ver. Su último intento será en Islandia, yo lo único que pude desearle fue suerte y de la buena, porque nada más se puede hacer.

Abro paréntesis, por si te estás preguntando qué son y por qué son tan escurridizas.

¿QUÉ SON LAS AURORAS BOREALES?

La aurora boreal es un fenómeno físico que se produce en latitudes cercanas a los polos tanto en el norte como en el sur (las auroras australes) producido por los choques de partículas provenientes del sol con las moléculas de oxigeno y nitrógeno en los polos magnéticos de la Tierra. La energía que se libera produce las auroras boreales. Es un proceso que ocurre a unos 100 kilómetros arriba de las nubes, por eso, entre más despejado se encuentre el cielo, hay más oportunidades de verlas. Es decir que si cae nieve o lluvia, mejor quedarte adentro, ni para qué salir a pasar frío en vano.

Cierro paréntesis. Prosigo.

Haciendo dedo fui a parar en un hotel al lado de la carretera en Kaanamen. La dueña, una Estoniana radicada en Finlandia desde hace doce años, me recibió por una noche. Mientras cenábamos le conté toda mi historia, los viajes, lo que había hecho para llegar hasta acá y ella solo asentía con la cabeza y me miraba con asombro, «lo más arriesgado y loco que he hecho en mi vida es venirme a vivir en este frío y abrir un hotel en medio de la nada», me dijo. Después de varias horas, me fui a mi habitación y a eso de las media noche, ella toca mi puerta y me grita, abrígate y ven rápido conmigo. Me puse el mayor número de ropa posible, tomé mi cámara y en un dos por tres estábamos afuera.

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Se quedó cinco minutos conmigo explicándome que la línea blanca gigante que se veía en el cielo se convertiría en una aurora boreal, que estuviera pendiente. Me vio y creo que supuso que estaría horas afuera, así que se fue y a los pocos minutos regresó con un abrigo de más, algo para cubrirme la boca y nariz, unos guantes y una bufanda. Después se excusó y me dijo que se sentía cansada y se iba a dormir -esto para ella es tan común como para mí lo es ver el mar-. Yo no podía creerlo, después de tanto recorrer, tanto sufrir, tan soñar, tanto esperar, por fin la vería. Solo tenía un último problema: No tenía un trípode conmigo -¡Qué carajos!-

Tomarle una foto a una aurora boreal sin un trípode es casi una pérdida de tiempo; debes hacer los ajustes manualmente y el tiempo de exposición para tomar la foto puede variar de 15 a 25 segundos, es decir que incluso con el movimiento de tu respiración la foto saldrá borrosa y por ende no verás bien la aurora en la pantalla.

No vine hasta aquí para que un pinche trípode me dañara todo, así que agarré una de las sillas que estaban afuera del hotel (la cual tuve que despegarla del piso a patadas porque el frío había hecho lo suyo) y puse encima todos los «trapos» que ella me había dado para cubrirme y ¡»up»! arriba la cámara, hice el encuadre, los ajustes manuales (usé entre 15 y 18 segundos, ISO 800 y f/3.5 ) y esperé a que la naturaleza hiciera lo suyo.

Pasaban los minutos y me empezaba a desesperar, más por el frío que por cualquier otra cosa, así que tomé la cámara, apunté a lo negro del cielo y disparé. Ya había leído que aveces las auroras están ahí pero el ojo humano no las puede detectar, la cámara fotográfica sí puede. Miro la pantalla después de varios segundos y -¡Ohhh por Dios, ahí está!- Todo mi sueño, mi travesía, mi delirio constante bajo el frío bajo cero, todo, absolutamente todo se resumió en ese disparo, en ese momento de felicidad donde una sonrisa y una lágrima se mezclan de la manera más natural y emocionante posible. Siempre pensé que las vería estando más adulta -por no decir vieja- cuando tuviera bastante dinero y pudiera costearme un viaje de varias semanas a uno de los países nórdicos, pero no, el tiempo se adelantó o más bien yo lo adelanté y ahí estaba frente a mi cámara el fenómeno natural más hermoso que haya podido ver.

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-Vamos, déjense ver, no sean caprichosas, llegué hasta aquí solo por ustedes-. Y unos minutos después, como por arte de magia o más bien de locura, ahí estaban frente a mí. Como una serpiente verde y gigante moviéndose rápidamente en el cielo, girando en forma de espiral, pasando de un lado a otro, cambiando de colores, diría que estaban bailando. Anhelaba tanto verlas que estoy segura que si me tocaba hacer una danza al cielo para observarlas, tal y como lo hacían los Samis y sus antepasados -el pueblo indígena y primeros habitantes de Laponia- hace cientos de años, lo hubiera hecho. La luz verde formaba una especie de nube y de ésta se desintegraba un rayo que tomaba colores violeta, avanzaba rápidamente y luego se desintegraba. Así pasó varias veces, aparecían nuevas figuras, hacían su recorrido, tomaban colores distintos y luego desaparecían como por arte de magia. Estuve sola en la oscuridad durante un poco más de media hora y no paraba de sonreír y mirar al cielo, esto es lo más hermoso que he visto en mi vida. No creo que pueda volver a repetir una experiencia similar ni en 100 años, me sentía diminuta frente a la inmensidad del Universo. Es difícil de describir, solo se puede sentir.

Después de ver una AURORA BOREAL todo se vuelve menos impresionante, pierdes tu capacidad de asombro, todo es más mundano en este mundo. Dicen que es muy difícil verlas, es una especie de «toma tu ficho, haz fila y espera a que pase», y yo no dejaba de sentirme afortunada, porque después de todo el esfuerzo que hice para llegar, de todos los malos pronósticos y del cansancio, por primera y (tal vez) única vez en mi vida, fui testigo del fenómeno natural más hermoso que se pueda observar.

RECOMENDACIONES

La mejor época para ver las auroras boreales son entre septiembre y marzo y estadísticamente está comprobado que sobre la media noche hay más auroras.

Los mejores sitios para verlas son en Finlandia, Noruega, Suecia, Islandia, Groenlandia y Canadá. Cuanto más al norte, mejor.

Abrígate muy bien, estarás muchas horas al aire libre y el frío de éstos países en época de invierno puede llegar a ser insoportable.

Antes de tomar las fotos, prepara tu cámara  y busca más información en Internet. Sin los ajustes apropiados puedes perder la oportunidad de hacer una de las mejores fotografías de tu vida.

 

Lina Maestre
Lina Maestre
Soy Lina. Viajera, creadora de contenido, autora y emprendedora. Soy la que escribe, toma fotos y edita este blog. Nací en Colombia y he viajado en solitario y en pareja por más de 40 países. Soy autora del libro El Arte de viajar sola y la creadora de Ellas por el Mundo (una agencia de viajes para mujeres). Acá encontrarás relatos de viajes, consejos y guías de destinos e inspiración para tus viajes. Puedes ver mi día a día a través de Instagram.

20 Comments

  1. Daniel dice:

    Que increíble experiencia no puedo creer hasta donde has llegado y a donde llegarás persiguiendo tus sueños. Admiro tu valentía, entusiasmo y persistencia y me Inspiras a salir del confort y hacer un hecho mis mas grandes locuras. Besos desde Colombia :*

    • Lina Maestre dice:

      Dani! Cuánto me alegra verte por acá. Y si mis artículos te inspiran a salir y perseguir tus sueños.. Entonces espero que sigas pasándote por acá y un día seas tú el que me los cuente. Un abrazote desde Finlandia 🙂

  2. Sofia Zavoli dice:

    ¡Qué hermoso! Hiciste que me emocionara leyendo esto, espero poder ver una aurora boreal algun dia <3

  3. […] historia continua en modo de serie -por no decir de telenovela- donde relato el momento de ver las auroras y el cómo sigo en este lado costoso del mundo, sin gastarme un centavo desde hace varios […]

  4. […] de llegar al Círculo Ártico haciendo dedo, cazando las auroras boreales y finalmente recibir la mayor recompensa -literalmente- que el cielo pudo darme, creí que ya nada me importaría. Había cumplido mi […]

  5. Bernardo dice:

    Absolutamente fascinante la historia y la perfecta descripción de tu fantástica experiencia que vale la pena leer y releer una y 1000 veces.
    Que grato es conocer relatos como este que inspiran a recorrer el mundo y demuestran que «no hay nada imposible»

    Un abrazo y FELICITACIONES!!!!

  6. […] zona tan costosa como lo es la región de Laponia, Finlandia. Mi primer motivo para hacerlo eran las auroras boreales, después al pasar de los días se convirtió en un intercambio cultural, además de haber […]

  7. Erika dice:

    Que relató tan fascinante, me emocioné al leerlo.

  8. Dayana Giraldo dice:

    Es maravilloso, un regalo mágico que te dio el universo por dirigirte a generar la realidad que deseabas. Que gran valentía!! te admiro y deseo pronto vivir tan mágica experiencia… Un abrazo desde Colombia.

    • Lina Maestre dice:

      Muchas gracias Dayana por ese lindo mensaje! Si se sueña se puede cumplir, así que estoy segura que si te lo propones tu también puedes vivir esta experiencia. Un abrazo de vuelta, paisana 🙂

  9. Es una increíble experiencia!, pero como dijiste en algún lugar, es tan maravilloso que es después de difícil sorprederse con otras cosas!
    Tuve la fortuna de verlas e Alaska Por primera vez… muy emocionada y con el corazón a millón y después en Noruega. Afortunadamente las vimos a finales de Agosto, el clima fue benévolo y pudimos aguantar varios días acampando en el campo para poder verlas!
    Y que sigan esos viajes!

    • Lina Maestre dice:

      Sin duda alguna es una experiencia única en la vidaa! Has tenido la suerte de verlas varias veces.. waoo!! Gracias por tu mensaje 🙂 Un abrazo

  10. Zarife Puello dice:

    Me has hecho llorar con tu historia
    Felicidad por Ti es lo que puedo sentir.
    Toda mi admiracion, mi respeto y mi cariño para Ti.
    Un abrazo gigante, fugas y lleno de energia como » tus» tan amadas y anheladas auroras boreales.

  11. michelle dice:

    Wow que mujer inspiradora. Soy argentina, tengo 23 años, Técnica en Turismo y ahora estudiando la Licenciatura en Turismo a distancia. El año pasado fui a vivir a Irlanda por ocho meses y mochilié un poco por Europa. Esto que tengo dentro crece cada día más, y ahora que volví a mi país hace cinco meses, sólo busco mi próxima aventura. Las Auroras Boreales son un sueño pendiente, no sé todavía si ir a Islandia, Noruega o Suecia, pero alguno de esos destinos eligiré sin dudas. Ahora me presentas a Finlandia y es otra opción. Irlanda también tiene auroras pero tiene una importante capa de nubes constantes y los puntos estratégicos son dificiles de llegar sin auto, y yo al ser menor de 25 no pude alquilar auto, una pena. Pero ya lo lograré, además es una gran excusa para volver por esos países nórdicos magnícos en naturaleza e historia.
    Un gusto leerte hermosa
    Besos desde Mar del Plata, Argentina. Si venis por cualquier razon no dudes en contactarme. Mi correo es michup07@gmail.com muchos éxitos y yo mientras sigo planeando y espero concretarlo pronto.

    • Lina Maestre dice:

      Hola Michelle! Muchas gracias por tu mensaje, de corazón espero que logres cumplir tu sueño y verlas! Gracias por tu email de contacto.. Espero estar pronto en Argentina, así que te visitaré 🙂 Un abrazo y buenas rutas!!

  12. Diego dice:

    Uy Lina! que relato más emocionante

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